Emprender nos brinda la emoción de aventurarnos a las posibilidades de un mejor futuro y a perseguir nuestros sueños. Pero al mismo tiempo debemos estar preparados para cargar con el peso de nuestra propia idea, considerando que nadie lo hará por nosotros, y en ocasiones puede ponerse bastante pesada.
Una idea es algo verdaderamente poderoso, produce un efecto sobre la mente lo suficientemente fuerte que nos emociona el simple hecho de pensar en ella. Cuando esta idea aparenta ser factible, es cuando generalmente tomamos la iniciativa de emprender. Sin embargo, este impulso aventurero puede traernos problemas, cuando las ideas abandonan el plano imaginario y comienzan a materializarse en el plano físico (real), comienza a exigir sus propias condiciones.
Estas condiciones pueden variar según el producto o servicio en cuestión, pero por lo general se requiere al menos:
- Constitución legal de una empresa
- Trámite de permisos (sanitarios, transporte, entre otros)
- Acuerdos con proveedores
- Adquisición de maquinaria o inventario inicial
- Acondicionamiento de espacios físicos
- Contratación de personal
- Diseño de empaque o embalado (de ser productos)
Todas estas condiciones son básicas sin importar que producto o servicio se desea prestar o comercializar, sin embargo si el emprendimiento que deseamos lograr tiene diversos niveles de complejidad que ameriten de mayor tiempo, dinero o estructura organizativa como tal, es cuando las cosas comienzan a sentirse colina arriba, tal como el mito griego de Sísifo, el hombre que fue condenado a subir una enorme roca sobre la pendiente de una colina sólo para llegar al tope y ver la roca caer de nuevo y así repetir esta acción por siempre. Aún cuando esta historia parezca un poco extremista y fabulosa debido a la presencia de antiguos dioses que desbordan su ira a quienes los desafían, podría servir de metáfora cuando pensamos en los desafíos que puedan derivar de esa gran idea que descansaran sobre los hombros del emprendedor especialmente durante la etapa inicial.
Finalmente la carga solo logra aligerarse con el tiempo, cuando la idea se ha cimentado en una empresa formal y operativamente sustentable que ha logrado consolidarse en el mercado, en este punto ya se habrá podido delegar muchas de las responsabilidades entre el equipo de trabajo.
0 comments:
Publicar un comentario