Si estás en una posición de liderazgo, bien sea como empresario, dueño de comercio, gerente, supervisor, o simplemente quieres decirte entre que tipo de café pedir por las mañanas, entonces debes adoptar una mentalidad fuerte. Realmente no importa que hayas hecho en el pasado o cuanta experiencia tengas haciendo una actividad en particular, lo más importante es que siempre estés preparado(a) para enfrentar las situaciones que depara el futuro, sin entrar en un estado de pánico.
¿Qué hacer?
1) Evalúa los riesgos: no debes precipitarte, normalmente si nos vemos enfrentados a una situación difícil nuestros pensamientos pueden traicionarnos y en vez de accionar, reaccionamos por instinto. Para evitar este dilema detente un momento y respira profundo, un par de segundos de pausa nos permiten oxigenar el cerebro y disminuir la presión.
Por lo general siempre existe más de una alternativa para solucionar alguna disyuntiva, sólo es cuestión de perspectivas. En este punto es indispensable analizar estas opciones y elegir la que nos pueda traer mayores beneficios en el menor tiempo posible. ¿Lógico, verdad? Parece incluso obvio, sin embargo no siempre la mejor opción es las más sencilla de tomar.
Es posible que ninguna de las opciones que tengamos sea una "buena opción", sino se vuelva una elección entre la "menos mala", puesto que no siempre las cosas salen del mil maravillas. Estas decisiones son las que realmente nos ponen a prueba como líderes.
¿Qué considerar?
- Beneficios a conseguir
- Tiempo a transcurrir
- Comparativo de características: "Pros" y "Contras"
- Posible impacto consecuente
- Posibles daños colaterales
Un ejemplo pudiera apreciarse en los deportes, si en un juego de fútbol se desencadena un contraataque, los jugadores salen a toda velocidad hacia la cancha rival para tomar por sorpresa a su contrincante, el jugador que dirige el contraataque por lo general tiene tres opciones:
a) Riesgo Elevado-Mayor Recompensa: adelantar el balón con un pase largo y correr el riesgo de sacarlo de la cancha o ser interceptado.
b) Riesgo Moderado-Recompensa Moderada: mantener el balón en sus pies y correr la cancha velozmente, con el riesgo de ser interceptado.
c) Riesgo Menor-Recompensa Menor: detenerse y re-ordenarse, pasar el balón, con el riesgo de no tener otra oportunidad clara de anotar.
Si se dan cuenta no siempre la opción correcta es la más obvia, recuerden que depende de las condiciones del partido, el minuto que se esté jugando, la condición de local o visitante, e incluso el torneo que se disputa. No es lo mismo un juego de exhibición a la final de la copa del mundo.
2) Sé flexible ante los cambios:
Una clave fundamental para tomar buenas decisiones es ser flexible ante imprevistos. Una decisión nace de una idea, pero al traer la idea al mundo real puede tener un desenlace completamente distinto al que nos habíamos imaginado, por ende debemos adaptarnos.
Si intentamos visualizar nuevamente un escenario deportivo, en un partido de fútbol donde un arbitro decide expulsar a alguien y deja al equipo con 10 jugadores. El entrenador habría planteado sus estrategias con su alineación completa de 11 jugadores, esto amerita un ajuste inmediato, reconocer la problemática y avanzar. A nadie le gusta que le cambien las cosas dramáticamente pero si el momento se presenta hay que superarlo, lo importante no es tratar de ser perfectos, pero si tratar de dar el mejor esfuerzo, así el esfuerzo deba hacerse una y otra vez hasta lograrlo. En ocasiones las mejores decisiones ameritan otras decisiones y en algunos casos extremos, otros tiempos o circunstancias.
Roma no se construyó en un día ¡Ajusta y Sigue!
2) Sé flexible ante los cambios:
Una clave fundamental para tomar buenas decisiones es ser flexible ante imprevistos. Una decisión nace de una idea, pero al traer la idea al mundo real puede tener un desenlace completamente distinto al que nos habíamos imaginado, por ende debemos adaptarnos.
Si intentamos visualizar nuevamente un escenario deportivo, en un partido de fútbol donde un arbitro decide expulsar a alguien y deja al equipo con 10 jugadores. El entrenador habría planteado sus estrategias con su alineación completa de 11 jugadores, esto amerita un ajuste inmediato, reconocer la problemática y avanzar. A nadie le gusta que le cambien las cosas dramáticamente pero si el momento se presenta hay que superarlo, lo importante no es tratar de ser perfectos, pero si tratar de dar el mejor esfuerzo, así el esfuerzo deba hacerse una y otra vez hasta lograrlo. En ocasiones las mejores decisiones ameritan otras decisiones y en algunos casos extremos, otros tiempos o circunstancias.
Roma no se construyó en un día ¡Ajusta y Sigue!
3) Prepárate para asumir los efectos positivos o negativos:
Asumir los efectos de nuestras decisiones es parte del proceso, o negamos lo que sucede, o lo internalizamosy avanzamos.
Nadie aprecia a un líder que reciba la gloria en las victorias y se esconda entre las penas de la derrotas. Lo correcto es asumir las consecuencias, sean buenas o malas. Si nos ponemos a pensar un poco en lo que define a un líder, pudiéramos describirlo(a) como la persona que inspira y articula el movimiento del grupo. Esto quiere decir que un líder debe asumir con mayor fuerza las derrotas que las victorias.
Siguiendo las analogías deportivas, podemos pensar que una manera correcta de asumir una victoria sería por ejemplo, cuando entrevistan al jugador más valioso (MVP) de un campeonato y éste le da el crédito completo a sus compañeros. Todos sabemos que el equipo no hubiese ganado sin su mejor jugador(a), sin embargo sólo un verdadero líder le recuerda al mundo que él(ella) no hubiese ganado sin su equipo, esta actitud siempre generará simpatía y motivación.
Por otro lado, si pensamos en el equipo que sufrió la derrota, también debería ser el líder quién rinda declaraciones. Dar la cara en momentos difíciles y "recibir el golpe" por el equipo es la máxima expresión de liderazgo. Sacrificarse por los suyos no sólo crea empatía sino que permite ganar el respeto y admiración del grupo para siempre.
Lo importante es recordar que el pasado ya no se puede alterar, sólo podemos intentarlo de nuevo en el presente con la esperanza de mejorar en el futuro.
Nadie aprecia a un líder que reciba la gloria en las victorias y se esconda entre las penas de la derrotas. Lo correcto es asumir las consecuencias, sean buenas o malas. Si nos ponemos a pensar un poco en lo que define a un líder, pudiéramos describirlo(a) como la persona que inspira y articula el movimiento del grupo. Esto quiere decir que un líder debe asumir con mayor fuerza las derrotas que las victorias.
Siguiendo las analogías deportivas, podemos pensar que una manera correcta de asumir una victoria sería por ejemplo, cuando entrevistan al jugador más valioso (MVP) de un campeonato y éste le da el crédito completo a sus compañeros. Todos sabemos que el equipo no hubiese ganado sin su mejor jugador(a), sin embargo sólo un verdadero líder le recuerda al mundo que él(ella) no hubiese ganado sin su equipo, esta actitud siempre generará simpatía y motivación.
Por otro lado, si pensamos en el equipo que sufrió la derrota, también debería ser el líder quién rinda declaraciones. Dar la cara en momentos difíciles y "recibir el golpe" por el equipo es la máxima expresión de liderazgo. Sacrificarse por los suyos no sólo crea empatía sino que permite ganar el respeto y admiración del grupo para siempre.
Lo importante es recordar que el pasado ya no se puede alterar, sólo podemos intentarlo de nuevo en el presente con la esperanza de mejorar en el futuro.
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