5 consejos para no temerle a los lunes

Monday Blues

El Monday blues, traducido al español como la depresión de los lunes, es una experiencia común que suele aparecer los domingos cuando empiezas a pensar en la nueva semana y en todo lo que hay que hacer.

Cuanto más te enfocas en la ansiedad, más crece, los neurocientíficos dicen que esto se basa en la conexión mente-cuerpo. Las células de tu cuerpo constantemente espían los pensamientos que flotan por tu mente, por eso, cuando tienes pensamientos negativos, tus células descargan un cóctel bioquímico creando ansiedad, estrés o incluso temor. Estudios demuestran que el estado emocional de una persona, afecta su rendimiento y productividad en el trabajo.

Cinco consejos para dejar de lado el Monday Blues

Sí amplías tu perspectiva y consideras las posibilidades, puedes esquivar el blues del lunes y comenzar la semana en una fase ascendente.

Estos cinco consejos prácticos, pueden ayudarte a mejorar la perspectiva para superar este estado:

1. Evita las profundidades

Si vas a nadar por primera vez, el primer día no te sumergirás de cabeza hasta las profundidades del mar. Te metes en las aguas poco profundas para aclimatarte y relajarte, hasta adoptar el hábito de hacer que el lunes sea tu día de aguas poco profundas, en lugar de un día de buceo profundo. Evita programarte en exceso con grandes desafíos o agregar responsabilidades adicionales a tu calendario de los lunes, para esto puedes adelantar la mayor cantidad de tareas pendientes durante la semana para que así puedas  prevenir la saturación del lunes próximo.

A veces, la melancolía viene de pensar en todo lo que está en tu lista de tareas pendientes. Dar un paso a la vez evita que te agobies. Concéntrate en la tarea más importante, saca el resto de tu mente y completa las tareas que necesiten atención inmediata.

2. Convierte los lunes un día de aventura

Hay una delgada línea entre la emoción y el temor (piensa en un salto bungee de caída libre). En lugar de considerar que los lunes están llenos de expectativas y problemas por resolver, dale la vuelta y piensa en ellos como aventuras. Las expectativas son resentimientos premeditados. Si por el contrario visualizas los desafíos del trabajo como curiosas aventuras (Me pregunto si obtendré esa cuenta) en lugar de las expectativas (Si no obtengo esa cuenta, me molestaré), se reduce el temor porque no estás tratando de resolver un problema, esto te libera de un estado de predisposición si no se cumplen tus expectativas y te permite fluir naturalmente. Así que comienza a preguntarte "¿Qué acontecimientos interesantes ocurrirán esta semana?"

3. Evita el negativismo 

La Madre Naturaleza diseñó tu mente para sobreestimar las amenazas y subestimar tu capacidad para superarlas para poder sobrevivir, un proceso que los neurocientíficos llaman "prejuicio de negatividad". Se necesitan tres pensamientos positivos para compensar un pensamiento negativo, pero al mismo tiempo puedes buscar el lado positivo de una situación negativa, encuentra ganancias en tus pérdidas, centrate en soluciones en lugar de problemas, señala las oportunidades que tienes como desafíos y establece recompensas al final del día con algo divertido al ser superados exitosamente.

4. Enfócate en la proactividad

Si eres como la mayoría de las personas, tienes un incesante buscador de fallas que vive en tu cerebro, gobernando tu mente y tu día a día. Te golpea con palabras opresivas que te presionan como tengo que, debería o debo hacer: “Debo ganar ese contrato; "Tengo que conseguir esa promoción"; "Este proyecto debería ser perfecto". Este tenor opresivo  puede ser modificado según el psicólogo Albert Ellis, puedes elegir palabras más estimulantes y menos estresantes como "Planeo"; "Quiero ; ó "Elijo hacerlo". Empoderar el diálogo interno eclipsa el temor y levanta el ánimo. Recuerde que el objetivo es no convertirte en víctima de tu trabajo. 

5. Rompe las rutinas 

Rompe la monotonía, asegúrate de tomar los descansos y la hora del almuerzo para planear hacer algo diferente. Cambia el escenario, sal de tu sitio de trabajo, aunque solo sea por diez o quince minutos, come lejos del escritorio, en un parque o en un restaurante diferente.

Pero si deseas tener un comienzo de semana realmente bueno, independientemente de las circunstancias externas en el trabajo, pon en práctica estos cinco consejos, actúa como si fuera un día maravilloso, y así será.