En los últimos años, la inteligencia emocional, o EQ, se ha convertido en un tema común y popular entre los gerentes y líderes corporativos. Es una de las áreas de desarrollo más necesarias en el lugar de trabajo actual, y especialmente en posiciones de liderazgo. Pero, ¿qué es realmente EQ y por qué es tan importante?
Según el fundador de TalentSmart y autor de Inteligencia Emocional 2.0, Travis Bradberry, "La inteligencia emocional es la capacidad de administrarnos a nosotros mismos y a nuestras relaciones interpersonales de manera efectiva" y "también es un indicador importante cuando se trata de la predicción del rendimiento". Algunos estudios actuales indican que afecta "el rendimiento y las probabilidades de éxito en áreas que incluyen la retención de clientes, el aumento de las ventas, el liderazgo, la gestión y muchas otras facetas”. Con tales impactos notables, los gerentes y líderes deben comprender y mejorar su EQ para beneficiarse de sus efectos en su lugar de trabajo.
El EQ se puede dividir en dos componentes clave: conciencia personal y conciencia social.
Sé consciente de ti mismo
La conciencia personal, o la autoconciencia, implica ser consciente de tus emociones y de cómo las expresas a medida que surgen las situaciones. Las personas que son conscientes de sí mismas "están comprometidas con su propio crecimiento y desarrollo", como John R. Stoker escribió en un artículo para SmartBrief. Para ser consciente de ti mismo, debes estar dispuesto a realizar autoevaluaciones honestas, como Test de personalidad del indicador de tipo Myers-Briggs (MBTI).
Sin embargo, ser consciente de uno mismo no se trata solo de saber cómo reaccionas ante ciertas situaciones y qué desencadena tus respuestas emocionales. También se trata de usar ese conocimiento para controlar tus reacciones. Controlar tus emociones no significa que dejes de sentirlas. Significa ser capaz de reconocer que estás enojado o frustrado, comprender que es inapropiado mostrar tu enojo y frustración en ciertas situaciones y mantener la calma a pesar de tus sentimientos internos. También significa aceptar críticas, tanto negativas como positivas, y usarlas como base para mejorar y desarrollarte. Tal retroalimentación también puede ayudarte a evaluarte tanto a ti como a tus respuestas emocionales. Tomar otro MBTI no te mostrará si has mejorado o no, pero los comentarios de tus pares pueden ayudarte a evaluar cuánto has desarrollado tu EQ.
Ser consciente de ti mismo te permite comunicarte mejor. Debido a que puedes controlar cómo reaccionas ante ciertas situaciones y personas, puedes evitar conflictos innecesarios en tu lugar de trabajo o inclusive en tu vida personal.
Sé socialmente consciente
La conciencia social se refiere a nuestra capacidad de empatizar con los demás. En otras palabras, es nuestra sensibilidad a los sentimientos y emociones de los demás, así como nuestra disposición a respetar las perspectivas de otras personas. La conciencia social también significa ser honesto y respetuoso. Con tu conocimiento de cómo reaccionarán las personas que te rodean, podrás prepararte para sus reacciones. Por ejemplo, como gerente y líder, tendrás que implementar cambios en tu empresa en algún momento, y puedes anticipar que varios de tus empleados reaccionarán negativamente a esos cambios. En consecuencia, puedes hacer planes para asegurarte de que se aborden sus preocupaciones, lo que ayudará a prevenir la mayoría de los conflictos que surgen al implementar cambios.
Al igual que la autoconciencia, tu conciencia social también puede mejorar tu capacidad de comunicarte, no solo en el trabajo, sino también en las conversaciones cotidianas. Para aumentar tu conciencia social, practica observar a las personas que te rodean. Toma nota de lo que desencadenan tus respuestas emocionales. Las personas traicionan ciertas señales cuando están a punto de tener una emoción. Por ejemplo, la mayoría de las personas comienzan a respirar fuertemente cuando se enojan, otros comienzan a fruncir el ceño. Estos y muchos más, son indicadores de personas que podrían tener una respuesta negativa a tus palabras, acciones o a la situación en la que se encuentran.
Como gerente o líder, mejorar tu EQ, ayudará a facilitar las interacciones diarias entre aquellos con los que debes trabajar o relacionarte. Un beneficio de tener un EQ alto es desarrollar la capacidad de reunir a un grupo de personas y hacer que trabajen juntas para alcanzar un objetivo común. Debido a que comprendes sus respuestas emocionales, sabes qué decir o hacer para motivarlos a trabajar más duro y en equipo hacia el mismo objetivo. Y recuerda tomar nota de que ser consciente de sí mismo y con la sociedad, también puede ayudarte a administrar tus relaciones personales, mejorando tu calidad de vida dentro y fuera de la oficina.
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