5 formas de meditar para calmar la ansiedad del trabajo

5 formas de meditar para calmar la ansiedad del trabajo

La rutina de trabajo puede provocar situaciones altamente estresantes, especialmente si trabajas bajo presión o tienes tiempos de entrega cortos, una receta perfecta para el desastre y los ataques de ansiedad.

La meditación es una manera de buscar la calma en la tormenta y disminuir los niveles de ansiedad simplemente aplicando ejercicios de respiración con la idea de desviar nuestra atención de los problemas y cosas por hacer, para disfrutar de un momento de calma y relajación.

Existen aplicaciones para dispositivos inteligentes como Calm y Headspace que te guían en este proceso y solo podría tomarte unos 10-20 minutos.

Es normal que sientas que durante tus momentos de meditación aparezcan pensamientos  como "es hora de ponerse a trabajar" o cualquier otro pensamiento que te regrese a la rutina, y no entiendas por qué sigues teniendo pensamientos acelerados.

 

Sin embargo, con el tiempo, comenzarás a usar la meditación como una herramienta, pero no solo cuando estés ansioso/a, estresado/a o preocupado/a. A medida que aumentes tu nivel de autoconciencia, te enfocarás más, y te manejarás con mayor eficacia y descubrirás que el autosabotaje comienza a desaparecer. ¿Por qué? Empiezas a eliminar la resistencia. Cuanto más elimines esta resistencia, más fácil fluirá tu vida y tu negocio.

Una de las cosas más importantes que puede hacer la meditación por ti, es sacarte de tu estado de miedo o incertidumbre. Al dejar de preocuparte por lo que los demás piensen, o sobrepensar las decisiones. Y mejorar tu enfoque para hacer las cosas en lugar de postergarlas.

Según la neurociencia para construir un nuevo hábito como la meditación, necesitas un período de adaptación para que el cerebro lo internalice. Comenzar con una sesión corta de 10 minutos y expandirla progresivamente ayuda con la adaptación neuronal. Tu cerebro necesita procesar el nuevo hábito. Después de ese período, el cerebro estará mejor adaptado para manejar hábitos más específicos como el rendimiento y la concentración.

El enfoque, o mejor dicho la ausencia de enfoque,  es uno de los mayores desafíos para los emprendedores, se debe en gran parte a no estar mentalmente presente. La meditación te ayuda a concentrarte porque te hace más consciente del momento dentro de un estado de claridad.

El desafío es que para los emprendedores suele haber una necesidad compulsiva, impaciente y errática de correr y perseguir ideas. Este es el ego hiperactivo (el falso yo). Cuando solo usamos la meditación cuando no nos sentimos bien, por ejemplo, esencialmente regresamos a nuestro sistema operativo estándar. Pero cuando vamos más allá de eso y meditamos cuando nos sentimos bien, aumentamos nuestro nivel de conciencia. Es decir, es cuestión de práctica para crear un hábito saludable y estable que nos será de gran utilidad cuando nos desafían constantemente y nos estiran más allá de lo que la mente quiere que hagamos, como suele suceder en circunstancias de trabajo. De esta manera actualizamos nuestro procesador a la versión más reciente y más rápida, libre de virus.

Si sientes que estás en un punto con tu negocio en el que te sientes completamente agotado/a, o frustrado/a porque está pasando por un mal momento, quizás sea el momento perfecto para meditar con mayor ímpetu. Cuando pasas tiempo contigo mismo/a, aprendes mucho sobre quién eres y entender tus limitaciones, a partir de este momento de reflexión es posible buscar alternativas para avanzar.

Este nivel de práctica profunda suele ser necesaria. Si bien a menudo surge la excusa de "No tengo tiempo", lo más probable es que sea relativo, es decir algo que se podría solventar con una revaluación de prioridades. El ego dice "no tengo tiempo" porque está impaciente, y la velocidad no está necesariamente correlacionada a la efectividad. Para algunos el apresurarse sólo los llevará hacia una calle sin salida. 

De cualquier manera, aquí hay cinco consejos que te ayudarán a mejorar en tu proceso de meditación y mejorar el desempeño.

1. Ve más allá del temporizador

No se trata de seguir el reloj y meditar como un robot. Es importante que reconozcas tus propias necesidades y explores tus límites internos a tu propio ritmo cuando sea necesario. Ser emocionalmente inteligente es algo que probablemente hayas escuchado antes, esto es cuando estás muy consciente de tus emociones y tu energía. Cuando desarrollamos o logramos armonía entre la mente y el corazón, notaremos que nuestro cuerpo cambia su energía. Aquí es cuando la sonrisa aparece en nuestro rostro, nuestros hombros caen y la tensión se libera. Cuanto más medites, más sabrás cuándo quedarte y cuándo salir de tus meditaciones.

2. Haz preguntas y obtendrás respuestas

Para comenzar a acceder a tu propio sistema de guía interno, una vez que te encuentres en un estado relajado durante la meditación, intenta hacerte una pregunta sobre un gran desafío al que te enfrentas y luego déjalo ir. Tu mente subconsciente es muy poderosa y, a menudo, la respuesta vendrá de la nada. Sabrás si es la respuesta que necesitas porque la verás con claridad, desde la intuición. Esta es la razón por la que a muchas personas les vienen ideas en la ducha o a mitad de la noche. Porque te dejas llevar y te sumerges en el momento presente sin distracciones.

3. Toma nota de tus ideas

Muchas veces el estrés y ansiedad del día a día se origina por bloqueos mentales, pero para los emprendedores los momentos de meditación pueden convertirse también en momentos de creatividad y lucidez. Si las ideas vienen a ti pero no tienes donde anotarlas seguramente deberás romper tu estado de meditación y trasladarte a otro lado, corriendo el riesgo de perder la idea o que simplemente no culmines tu proceso de meditación cuando te sientas preparado/a. 

4. Prueba siestas espirituales durante el día

Este es un cambio de juego absoluto. Si eres de las personas que cuando siente cansancio  trata de mitigarlo con café o alguna bebida energizante que te va llevar al límite, quizás debas intentar sustituirlo por un reseteo espiritual. Una siesta espiritual pretende ser un reinicio energético. Si meditas acostado/a y tomas una siesta de 30 minutos a 1 hora, no solo podrías sentirte más energizado/a, pero al mismo tiempo sentirás mayor claridad con una mente descansada. Este truco de enfoque y energía podría ayudarte mucho en situaciones donde rompes tu patrón de sueño, como sucede durante un viaje largo, o durante jornadas de trabajo prolongado.

5. Medita antes de dormir

Si eres alguien que tiene dificultades para dormir, atenúa o apaga las luces y luego siéntate en la cama y cierra los ojos y medita o siéntate en una silla junto a tu cama (cualquier sitio que estés cómodo/a). Cuando piensas en intentar conciliar el sueño, es difícil conciliar el sueño, así que cuando meditas y te dejas llevar, a menudo tu mente y tu cuerpo se relajan más rápido y caerás en un sueño profundo sin mayor esfuerzo.

Recuerda que tu activo más poderoso es tu mente. Cuando meditamos y vemos hacia adentro, estamos en constante evolución y crecimiento, porque nos conectamos con una inteligencia subconsciente que tiene muchas de las respuestas que la mente consciente simplemente no puede alcanzar.